Según la tradición cristiana, después de tres días de la muerte de Jesús, él resucitó a una vida nueva. Su alma y su cuerpo, plenamente transfigurados con la gloria de su Persona divina, volvieron a unirse. Los apóstoles, luego de la resurrección del Señor y de su ascensión, permanecieron en Jerusalén hasta el día de Pentecostés. Es decir, 50 días después de la Pascua.

La resurrección de Cristo, es un evento fundamental en la fe cristiana y es conmemorado en el Domingo de Resurrección o Pascua. La resurrección simboliza la victoria sobre la muerte y el pecado y es considerada como una promesa de vida eterna para aquellos que creen en Jesús.

La historia de la resurrección se encuentra en los cuatro evangelios del Nuevo Testamento: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Según estos relatos, después de su muerte en la cruz, el cuerpo de Jesús fue llevado a un sepulcro en lo que es hoy la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Jesús se apareció a sus discípulos en varias ocasiones

Tres días después, algunas mujeres fueron al sepulcro para ungir el cuerpo de Jesús con especias y encontraron, que la piedra que cubría la entrada había sido removida y el cuerpo ya no estaba allí. Un ángel les dijo que Jesús había resucitado y les pidió que fueran a decirles a los discípulos.

Después de su resurrección, Jesús se apareció a sus discípulos en varias ocasiones antes de ascender al cielo. Estas apariciones se describen en los evangelios y en el libro de los Hechos de los Apóstoles.

En una ocasión, Jesús se apareció a sus discípulos mientras estaban reunidos en una casa con las puertas cerradas. En otra ocasión, se apareció a dos discípulos mientras caminaban hacia Emaús. También se apareció a sus discípulos mientras estaban pescando en el mar de Galilea.